lunes, 8 de agosto de 2011

LEYENDO A FREUD. JOYAS SUELTAS

Los argumentos que no tienen por corolario el hecho de emanar de personas amadas no ejercen ni han ejercido jamás la menor influencia en la vida de la mayor parte de los humanos. De este modo, resulta que el hombre no es en general accesible por su lado intelectual sino en proporción a su capacidad de revestimiento libidinoso de objetos.