lunes, 1 de agosto de 2011

EL BALANCE. Poema de Jorge Guillén


Pasan los años y el fatal balance
se impone ya a los más desprevenidos.
¿Qué me propuse, qué logré, que alcance
tuvieron mi agudeza, mis sentidos?.

Es inútil que un modo siempre astuto
de mentirme despliegue sus sofismas
con la verdad al fin ya no discuto.
Mis ilusiones hoy no son las mismas.

¿Me queda la ilusión de ser yo mismo
quien vale más que el propio resultado?
La experience retorna al catecismo.
Mi ser es mi vivir acumulado.

Si se perdió un gran don, si no fue nada,
para consuelo crecerá el orgullo.
Una potencia así despilfarrada
favorece monólogo y murmullo.

El de veras humilde pone el peso
de su ser en su hacer: yo soy mi suma.
De pretensión a realidad regreso.
Pulso del oleaje esfuma espuma.

(Homenaje 1967)