lunes, 31 de enero de 2011
Extracto del texto "Consideraciones sobre la guerra y la muerte". Sigmund Freud
El hombre es raras veces completamente bueno o malo; por lo general, es buenoen unas circumstancias y malo en otras, o bueno en unas condiciones exteriores y decididamente malo en otras. Resulta muy interesante observar que la preexistencia infantil de intensos impulsos malos es precisamente la condición de un clarísimo viraje del adulto hacia el bien. Los mayores egoístas infantiles pueden llegar a ser ls ciudadanos más altruistas y abnegados; en cambio, la mayor parte de los hombres compasivos, filántropos y protectores de los animales fueron en su infancia pequeños sádicos y torturadores de cualquier animalito que se ponía a su alcance.
La transformación de los impulsos malos es obra de dos factores que actúan en igual sentido, uno interior y otro exterior.
El factor interior es el influjo ejercido sobre los instintos malos -egoístas- por el erotismo; esto es, por la necesidad humana de amor en su más amplio sentido. La unión de los componentes eróticos transforma los instintos egoístas en instintos sociales. El sujeto aprende a estimar el sentirse amado como una ventaja por la cual puede renunciar a otras. El factor exterior es la coerción de la educación, que representa las exigencias de la civilización circundante, y es desde luego continuada por la acción directa del medio civilizador.
sábado, 29 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 60
Buscarse a uno mismo es encontrarse entre otros; no hay mismo, hay diferente, porque si el encuentro con el otro nada cambió en mí, no hubo otro; quedé atrapado en la fractura imaginaria, en la imagen de mi en el espejo del otro.
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jueves, 27 de enero de 2011
miércoles, 26 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 58
Quien desprecia es porque algo que le corresponde pagar quiere obtenerlo gratis.
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lunes, 24 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 56
Nadie está sólo, allá donde vaya siempre habrá otros; otros múltiples y plurales como él, como ella. Cuando me siento solo es porque añoro los brazos de mi madre, es decir, en mi anida alguna pereza, alguna fidelidad imaginaria que me impide hacer las conversaciones necesarias para construir una relación.
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sábado, 22 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 55
El primer encuentro con lo real siempre es en relación al rechazo; de tal forma que todos somos un poco histéricos.
FÓRMULAS PSÍQUICAS 54
Para aprender cualquier cosa es necesario el goce de la repetición; sólo aquello que conquisto con alegría se hace enseñanza, sólo aquello que repito se hace tendencia.
Ahora bien, el goce de la repetición siempre introduce la diferencia, por ejemplo: ningún escritor es el mismo después de cada cuento escrito, algo en su escritura mejora después de cada vez.
Si no hay diferencia, entonces no se trata del goce de la repetición sino del retorno de lo reprimido, que de manera patológica repite e insiste algo de la sexualidad infantil actual en él.
La sexualidad infantil es aquella que en el adulto debe estar reprimida y cuando no es así produce síntoma.
Ahora bien, el goce de la repetición siempre introduce la diferencia, por ejemplo: ningún escritor es el mismo después de cada cuento escrito, algo en su escritura mejora después de cada vez.
Si no hay diferencia, entonces no se trata del goce de la repetición sino del retorno de lo reprimido, que de manera patológica repite e insiste algo de la sexualidad infantil actual en él.
La sexualidad infantil es aquella que en el adulto debe estar reprimida y cuando no es así produce síntoma.
FÓRMULAS PSÍQUICAS 53
Quien de los hombres hace dioses no podrá nada de lo humano y vivirá la vida del loco más loco, a quien su madre engendró al comer maíz y parió por el recto.
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viernes, 21 de enero de 2011
CAUSAS Y AZARES. Silvio Rodriguez
Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía.
Pues las causas me andan cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando
poderoso, invencible.
Nota de Revista Digital de Psicoanálisis: y así, sin que el hombre ni la mujer sepan de su telar qué hilo enreda, su vida se teje y desteje en la madeja de su hacer inconsciente: el inconsciente, aquello de lo que sólo sabemos por sus resultados en la realidad.
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía.
Pues las causas me andan cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando
poderoso, invencible.
Nota de Revista Digital de Psicoanálisis: y así, sin que el hombre ni la mujer sepan de su telar qué hilo enreda, su vida se teje y desteje en la madeja de su hacer inconsciente: el inconsciente, aquello de lo que sólo sabemos por sus resultados en la realidad.
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martes, 18 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 52
Lo que en el otro no soporto es siempre algo detenido en mi.
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miércoles, 12 de enero de 2011
ENURESIS
La enuresis o eneuresis consiste en micciones involuntarias y persistentes generalmente durante la noche, aunque también pueden acontecer en el día. Es importante aclarar que no es un síntoma que sólo padezcan los niños sino también los adultos (de la enuresis en la edad adulta hablaremos en próximos artículos)
La primera pregunta que nos acecha al abordar este trastorno es a partir de qué edad se puede hablar de enuresis. El control de los esfínteres comienza entre los 18 y los 24 meses y cuando decimos comienza es precisamente eso lo que deseamos señalar, que no se trata de una conquista lograda a esa edad, como se pretende de manera equivocada en algunas revistas para padres o en el discurso de algunas familias, sino del comienzo de esa actividad y no será hasta los 4 o 5 años cuando los nervios sacros, que producen la contracción de los músculos reguladores de la micción, la defecación y la erección, alcancen su madurez. En consecuencia no se puede hablar de enuresis antes de los 5 años e incluso de los 7 años. A veces la urgencia de los padres y cuidadores por ver crecer al niño confunde con un síntoma lo que en realidad es un proceso de crecimiento sujetado a una temporalidad necesaria que no puede anticiparse.
Como vemos las funciones vesicales y las funciones reproductivas guardan cierta asociación a nivel fisiológico, siendo incluso la uretra el mismo conducto para la excreción de orina y de semén. Las sexualidad en la infancia está en relación con conductas autoeróticas, es decir, que se satisfacen en el propio cuerpo como la succión del dedo, la retención de las heces o jugar con los genitales. El acto de orinar produce también llamativas sensaciones corporales y sirve, además de cumplir una importantísima función fisiológica, para la producción de placer, como muestra muy gráficamente uno de las frases que en la edad adulta más suena en los labios de alguién que experimenta la urgencia de orinar y por fin encuentra un aseo: ¡qué gusto!.
La relación del niño con sus padres no está exenta de atracción sexual, que en el curso del desarrollo será reprimida y desviada hacia otros amores posibles. Puede ocurrir que en la vida familiar convivan costumbres en extremo relajadas respecto a las prácticas de aseo y vida conyugal (puertas siempre abiertas, bañar a los niños hasta edades avanzadas porque "no se aclaran bien el pelo", vestirse y desnudarse en espacios comunes) junto con una rígido oscurantismo en torno a lo sexual, es decir, una falta de conversaciones acerca de la sexualidad humana, una ausencia de escucha a las preguntas que el niño formula.
La enuresis nos habla de algo que el pequeño no puede controlorar, de una sobreexitación que encuentra su expresión en la masturbación o en prácticas análogas como la micción nocturna, que a modo de polución, da expresión a la ambición de poseer a la madre. Mostrar al niño que su madre es la mujer de su padre siempre tranquliza pero este proceso esencial lejos de ser algo simple es un hacer bastante complicado que está en relación con la existencia de una convivencia en pareja entre los padres, o dicho de otra forma, si la mujer trata a su marido como a otro de su hijos, regañándole delante de ellos, rebajando sus maneras y opiniones, recriminándole que gana poco dinero o cuestiones parecidas, en definitiva, desautorizándole frente a los hijos, entonces el lugar del padre queda negado y se inicia el síntoma en forma de enuresis acompañada generalmente por terrores nocturnos .
Antes de proseguir nuestra exposición de los mecanismos psíquicos implicados en los casos de enuresis infantil es necesario señalar que lo hechos más importantes en un ser humano a nivel mental, y en consecuencia en la construcción de su realidad, son siempre inconscientes, fuera del control de la consciencia y de su mal llamada fuerza de voluntad, por eso que los padres no son culpables de nada, más bien al contrario, son también víctimas de un pensamiento inconsciente, heredero del discurso familiar o estatal, que gobierna en ellos. Ahora bien, sí es ciertamente una responsabilidad de los padres ante el menor buscar a un especialista que atienda a ese hijo que sufre en exceso, porque los trastornos psíquicos cursan en cualquier caso con un penar de más.
Otro síntoma concurrente al de enuresis es los malos resultados académicos.Es frecuente que la familia espere del niño grandes proyectos, digamos que tiene su ambición, sus aspiraciones puestas en ese niño, siendo habitual que en estos casos los padres hablen de los sacrificios que toda la familia padece para que el niño pueda estudiar y sin embargo él nada puede. En este decir subyace una ideología muy fomentada por algunos medios, que es incluso corriente de opinión y consiste en pensar que cuidar a lo hijos nada tiene que ver con cuidarse a uno mismo, de tal manera que hasta llega a cuestionarse si es bueno que ambos padres trabajen. Debemos saber que en realidad, se ocupa más y mejor de sus hijos quien se ocupa más y mejor de su propia vida, digamos que ir al trabajo, leer, ir al cine con la pareja, o cualquier otra actividad en lo social es ,en resumen, la mejor forma de ser padre porque los hijos necesitan que se les deje crecer y crecer entre personas que son felices porque sólo cuando se es feliz, cuando se tiene una vida gustosa se puede amar bien a los otros.
Por otro lado, al mismo tiempo que al niño se le exige un rendimiento exagerado se tienen dudas sobre su capacidad y se le considera incapaz de logro alguno, es algo así como si los familiares pensasen “si no puede ni siquiera cuidar de su propia higiene como va a poder con otras cosas” . Esta falta de confianza en la capacidad del niño está también en relación con sus vicisitudes escolares; insistimos de nuevo que éste es un pensamiento inconsciente, del que los padres nada saben a nivel consciente e incluso su comunicación les provoca un previsible rechazo.
Nadie es culpable de nada, ser padre es una historia llena de errores y de aciertos. Para educar a un niño no son necesarias dos personas sino un colectivo. La enuresis es un trastorno que tiene tratamiento.
Ángela Gallego
La primera pregunta que nos acecha al abordar este trastorno es a partir de qué edad se puede hablar de enuresis. El control de los esfínteres comienza entre los 18 y los 24 meses y cuando decimos comienza es precisamente eso lo que deseamos señalar, que no se trata de una conquista lograda a esa edad, como se pretende de manera equivocada en algunas revistas para padres o en el discurso de algunas familias, sino del comienzo de esa actividad y no será hasta los 4 o 5 años cuando los nervios sacros, que producen la contracción de los músculos reguladores de la micción, la defecación y la erección, alcancen su madurez. En consecuencia no se puede hablar de enuresis antes de los 5 años e incluso de los 7 años. A veces la urgencia de los padres y cuidadores por ver crecer al niño confunde con un síntoma lo que en realidad es un proceso de crecimiento sujetado a una temporalidad necesaria que no puede anticiparse.
Como vemos las funciones vesicales y las funciones reproductivas guardan cierta asociación a nivel fisiológico, siendo incluso la uretra el mismo conducto para la excreción de orina y de semén. Las sexualidad en la infancia está en relación con conductas autoeróticas, es decir, que se satisfacen en el propio cuerpo como la succión del dedo, la retención de las heces o jugar con los genitales. El acto de orinar produce también llamativas sensaciones corporales y sirve, además de cumplir una importantísima función fisiológica, para la producción de placer, como muestra muy gráficamente uno de las frases que en la edad adulta más suena en los labios de alguién que experimenta la urgencia de orinar y por fin encuentra un aseo: ¡qué gusto!.
La relación del niño con sus padres no está exenta de atracción sexual, que en el curso del desarrollo será reprimida y desviada hacia otros amores posibles. Puede ocurrir que en la vida familiar convivan costumbres en extremo relajadas respecto a las prácticas de aseo y vida conyugal (puertas siempre abiertas, bañar a los niños hasta edades avanzadas porque "no se aclaran bien el pelo", vestirse y desnudarse en espacios comunes) junto con una rígido oscurantismo en torno a lo sexual, es decir, una falta de conversaciones acerca de la sexualidad humana, una ausencia de escucha a las preguntas que el niño formula.
La enuresis nos habla de algo que el pequeño no puede controlorar, de una sobreexitación que encuentra su expresión en la masturbación o en prácticas análogas como la micción nocturna, que a modo de polución, da expresión a la ambición de poseer a la madre. Mostrar al niño que su madre es la mujer de su padre siempre tranquliza pero este proceso esencial lejos de ser algo simple es un hacer bastante complicado que está en relación con la existencia de una convivencia en pareja entre los padres, o dicho de otra forma, si la mujer trata a su marido como a otro de su hijos, regañándole delante de ellos, rebajando sus maneras y opiniones, recriminándole que gana poco dinero o cuestiones parecidas, en definitiva, desautorizándole frente a los hijos, entonces el lugar del padre queda negado y se inicia el síntoma en forma de enuresis acompañada generalmente por terrores nocturnos .
Antes de proseguir nuestra exposición de los mecanismos psíquicos implicados en los casos de enuresis infantil es necesario señalar que lo hechos más importantes en un ser humano a nivel mental, y en consecuencia en la construcción de su realidad, son siempre inconscientes, fuera del control de la consciencia y de su mal llamada fuerza de voluntad, por eso que los padres no son culpables de nada, más bien al contrario, son también víctimas de un pensamiento inconsciente, heredero del discurso familiar o estatal, que gobierna en ellos. Ahora bien, sí es ciertamente una responsabilidad de los padres ante el menor buscar a un especialista que atienda a ese hijo que sufre en exceso, porque los trastornos psíquicos cursan en cualquier caso con un penar de más.
Otro síntoma concurrente al de enuresis es los malos resultados académicos.Es frecuente que la familia espere del niño grandes proyectos, digamos que tiene su ambición, sus aspiraciones puestas en ese niño, siendo habitual que en estos casos los padres hablen de los sacrificios que toda la familia padece para que el niño pueda estudiar y sin embargo él nada puede. En este decir subyace una ideología muy fomentada por algunos medios, que es incluso corriente de opinión y consiste en pensar que cuidar a lo hijos nada tiene que ver con cuidarse a uno mismo, de tal manera que hasta llega a cuestionarse si es bueno que ambos padres trabajen. Debemos saber que en realidad, se ocupa más y mejor de sus hijos quien se ocupa más y mejor de su propia vida, digamos que ir al trabajo, leer, ir al cine con la pareja, o cualquier otra actividad en lo social es ,en resumen, la mejor forma de ser padre porque los hijos necesitan que se les deje crecer y crecer entre personas que son felices porque sólo cuando se es feliz, cuando se tiene una vida gustosa se puede amar bien a los otros.
Por otro lado, al mismo tiempo que al niño se le exige un rendimiento exagerado se tienen dudas sobre su capacidad y se le considera incapaz de logro alguno, es algo así como si los familiares pensasen “si no puede ni siquiera cuidar de su propia higiene como va a poder con otras cosas” . Esta falta de confianza en la capacidad del niño está también en relación con sus vicisitudes escolares; insistimos de nuevo que éste es un pensamiento inconsciente, del que los padres nada saben a nivel consciente e incluso su comunicación les provoca un previsible rechazo.
Nadie es culpable de nada, ser padre es una historia llena de errores y de aciertos. Para educar a un niño no son necesarias dos personas sino un colectivo. La enuresis es un trastorno que tiene tratamiento.
Ángela Gallego
lunes, 10 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 51
Uno es lo que le atribuye al otro (a un otro importante para él/ella). Por ejemplo: mi profesor piensa que soy inteligente, entonces puedo estudiar. No importa qué piense ese profesor de mi sino lo que yo pienso que él piensa, ese es el pensamiento que va a dirigirme.
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FÓRMULAS PSÍQUICAS 50
Hacerse sujeto de una ciencia implica saber esperar a que un texto explique otro texto
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miércoles, 5 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 49
El sentimiento de tristeza es en muchas ocasiones agresividad vuelta sobre uno mismo que tortura todo lo amado.
Otras veces la tristeza es una reacción frente al éxito, un miedo a crecer, a perder lo que soy por lo que habré llegado a ser.
La única tristeza verdadera es frente a la muerte de un ser amado, pero entonces tampoco es ya tristeza sino duelo; y el duelo, para ser tal, debe tener un límite en el tiempo. Atravesar el duelo es ir desligando al ser querido muerto de la muerte para recordarlo como fue en vida, con sus gustos y disgustos, con sus formas de estar en el mundo.
Otras veces la tristeza es una reacción frente al éxito, un miedo a crecer, a perder lo que soy por lo que habré llegado a ser.
La única tristeza verdadera es frente a la muerte de un ser amado, pero entonces tampoco es ya tristeza sino duelo; y el duelo, para ser tal, debe tener un límite en el tiempo. Atravesar el duelo es ir desligando al ser querido muerto de la muerte para recordarlo como fue en vida, con sus gustos y disgustos, con sus formas de estar en el mundo.
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martes, 4 de enero de 2011
FÓRMULAS PSÍQUICAS 48
Nadie es autodidacta, y cuando así se afirma, sépase que la ingratitud gobierna; ahora bien, tampoco nadie enseña a nadie porque cada uno tendrá que cambiar lo que en él es prejuicio en vez de ciencia.
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